La experiencia práctica es muy necesaria en el mar, y si carece de ella o cree que le falta, es muy recomendable que contrate a un patrón competente.
Estarás aún más despreocupado y, al mismo tiempo, mezclarás la diversión con la práctica, y aprenderás y obtendrás experiencia para la navegación independiente con la ayuda de un patrón.
Los honorarios del patrón no suelen estar incluidos en el precio del alquiler de la embarcación; se pagan cada día y cuestan entre 150 y 200 euros diarios.
El patrón duerme en el barco en uno de los camarotes; los barcos más grandes tienen camarotes para el patrón.
Además del pago, hay que tener comida y bebida para el patrón, así como para toda la tripulación; el patrón es tratado como si fuera un miembro de la tripulación. Además, si vas a una taberna a cenar, el patrón te acompaña.
En primer lugar, el patrón se encarga de dirigir la embarcación, incluyendo la navegación, el atraque y la planificación de rutas y destinos con la tripulación.
Todas estas variables están influidas por las condiciones meteorológicas, que a menudo hacen que los planes se modifiquen. También se encarga de la gestión operativa del buque.
Asiste y aconseja a la tripulación sobre los lugares, se asegura de que sus vacaciones sean seguras, da instrucciones a la tripulación para salir a navegar y/o atracar, ayuda con el registro de la marina y el puerto, y se encarga de llenar los tanques con agua y combustible.
Por otro lado, el patrón no es responsable de los niños, de las tareas domésticas, de la limpieza del interior del barco ni de contribuir a los gastos compartidos de los amarres, la comida y las bebidas.
Dado que es responsable de la seguridad de una embarcación y de una tripulación sin experiencia, las órdenes del patrón deben ser seguidas y respetadas.
Independientemente de que se contrate o no a un patrón, se espera que el arrendatario de una embarcación pague el dinero de la caución. El dinero de la cautela compensaría cualquier posible daño causado por la tripulación.